La política es un mundo complejo, salvaje y despiadado. La serie Succesion, tan de moda en estos meses, ha vuelto a poner en el foco esa ambición desmedida que muchos tienen por el poder. Ya lo hizo en su momento aquella obra maestra que era House of Cards, una serie absolutamente imprescindible por su guión, su historia y sus increíbles interpretaciones. En política, si tienes los contactos correctos y los escrúpulos al mínimo, puedes llegar donde quieras. El problema es que en la mayor parte de países, a los políticos los sigue eligiendo el pueblo, de una forma o de otra. Su imagen pública es su capital, y esto empieza a pesar a muchos que no viven precisamente de acuerdo a lo que pregonan y propugnan. Siempre se ha dado cierta manga ancha a los políticos en determinados temas, pero cuando la situación ya sobrepasa las más sutiles barreras es que algo va muy mal.
En Argentina, por ejemplo, la política es un auténtico polvorín debido precisamente a la situación desastrosa que se vive en el país. La inflación supera el 150%, el valor del peso es prácticamente anecdótico, la población que vive en pobreza o que no llega a fin de mes sigue creciendo año tras año… Los millones de argentinos están hartos de su clase política populista y corrupta, pero esa visión solo está llevando a la aparición de alternativas aun más populistas, como Milei. El candidato conservador, al que muchos relacionan con los postulados de extrema derecha en apoyo a Trump, por ejemplo, se ha convertido en la estrella de la política nacional. De cara a unas elecciones muy próximas, Milei se prepara con todas sus armas para llevarse por delante a sus rivales. Y algunos incluso se lo ponen fácil, como Martín Insurralde, el portavoz del Gobierno de Buenos Aires, miembro del partido kirschnerista, que renunció hace poco después de que se supiera que había estado despilfarrando dinero en sus vacaciones en España. Y todo ocurrió por las fotos de una conocida modelo erótica en Instagram…
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